La elección de los colores
El color dominante es azul; poco utilizado de forma artificial hasta el siglo IX, aunque de gran importancia en la naturaleza. Acompañado por el color rojo; color de la arcilla que le da ese sentido de pasión por el oficio, y junto con el amarillo pálido; color que recuerda a esas manos que la trabajan. Tres colores que combinan perfectamente para entonar la nueva imagen de marca corporativa.
La vinculación con el pasado
En la búsqueda del nombre de empresa, nos encontramos con que el propio apellido era una de las nomenclaturas del oficio.
De este modo, el apellido familiar se convierte en marca de identidad corporativa.
“Ollero, ra: m. y f. Persona que hace y vende ollas y demás cosas de barro de uso común.”